domingo, febrero 10, 2019

Leer, ver, escuchar



Uno de los primeros avisos que Jesús da en el evangelio, en especial a sus discípulos, es este: Velad. Estad atentos. Vivid despiertos. Es una llamada que se extiende a todos los cristianos. No podemos vivir dormidos, cerrando los ojos y los oídos a la realidad, a los demás seres humanos. Si queremos vivir una vida en plenitud, como nos ofrece Jesús, necesitamos estar bien alerta y con los cinco sentidos despiertos.

En las parroquias comunicamos. Cada semana, en las misas, procuramos que todos estéis al día de las novedades. Como miembros de una misma familia, lo natural es que estas noticias nos interesen a todos. Son nuestras noticias, no deben dejarnos indiferentes. Aún y así siempre hay alguien que se queja porque no se ha enterado de algo. ¿Qué podemos hacer?

Comunicar no es sólo dar noticias. Para que haya comunicación es importante que el mensaje sea claro, se dé bien y, además, que el receptor esté atento y escuche. Si se corta la conexión entre el que habla y el que escucha, no habrá comunicación. Ese corte se puede producir porque hay ruidos, porque el mensaje no se da bien, o porque el destinatario tiene algún impedimento. A veces el mayor obstáculo es la falta de interés y atención. Como dice el refrán, “no hay peor sordo que el que no quiere oír”.

Para asegurar que las noticias llegan a todos, en la parroquia utilizamos cinco medios. Por un lado, transmitimos las comunicaciones de viva voz en las misas (para personas con dificultades visuales). Las publicamos en la hoja, para que podáis leer y recordar. Lo más importante también lo ponemos en carteles a la entrada, para que salte a la vista. Además, enviamos por e-mail las noticias a todos los que habéis facilitado vuestro correo. Tenemos página web y estamos en redes sociales. Y, por supuesto, también comunicamos de viva a voz, cara a cara. Como veis, ¡no ahorramos en medios! Podemos enterarnos de las noticias de muchas maneras: tan sólo hace falta ver, leer o escuchar. Abramos los ojos, los oídos y el corazón.

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