Os deseo
de todo corazón un feliz año nuevo. Y también deseo que este año que acabamos
de terminar haya sido para todos vosotros de crecimiento humano y espiritual. Que
todo lo que ha ocurrido, malo o bueno, os sirva para añadir madurez a vuestra
vida y os ayude a ser mejores personas y mejores cristianos. Toda experiencia,
si se digiere con paz y lucidez, añade valor a la vida.
Y en este
año que se nos abre, con todo lo vivido el año pasado, que cada uno de vosotros
sea una persona tenaz con una vocación de servicio y amor a los demás. Sólo así
todo aquello que hagamos tendrá sentido.
Todos
estamos llamados a una gran misión. Descubrir la belleza de nuestro corazón
hará posible que cada día sea una auténtica hazaña. Así viviremos con
intensidad, abriéndonos a nuevos horizontes llenos de luz y de vida, con el deseo
apasionado de hacer siempre el bien a los demás.
Y si algún
día el sol no aparece en el horizonte, dejad que salga en vuestro corazón la
luz intensa que tenéis en lo más profundo de vuestro ser. No dejéis que se
apague nunca, aunque viváis experiencias dolorosas. Mirad dentro de vosotros
mismos y descubriréis un hermoso vergel donde podréis reposar, en silencio,
para seguir luchando en el combate diario. Desde el silencio contemplativo
podréis reconectar con Dios y seguir avanzando hacia las metas del día a día.
Un
fraternal abrazo,
P. Joaquín
Iglesias
2 comentarios:
Así lo esperamos, gracias por esas palabras, como siempre, tan ponderadas y llenas de gran corazón buen año para todos
Muchas gracias por tus palabras, espero que la luz ilumine camino. Feliz 2024 a todos
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