lunes, enero 06, 2025

Jesús, el mayor regalo


Jesús, el gran regalo

Celebramos hoy la fiesta de la Epifanía del Señor, una hermosa fiesta. Porque la Epifanía no es una explosión del consumo, no. La Epifanía es una explosión inmensa del amor de Dios. Tres magos de Oriente viajan siguiendo una estrella hasta Belén, donde encontrarán al Niño Jesús y le ofrecerán sus regalos. Más tarde este niño, Jesús, por amor, morirá en la cruz, resucitará y nos dará otro regalo: su presencia en la eucaristía.

Siguiendo esta lógica, también nosotros tenemos que convertirnos en regalo para los demás. Este es el auténtico sentido de la Epifanía: un Dios que se nos revela, un Dios que se nos regala, un Dios que se hace presente en la historia; un Dios que quiere nuestra felicidad y nuestro gozo. Por eso la Epifanía es un mensaje de universalidad. Dios ha venido para todo el mundo. Más allá de Israel, el pueblo que esperaba la venida del Mesías, hoy Jesús se manifiesta a todos los pueblos, no importa el lugar, la lengua, la cultura, o la historia. Él ha venido a hacerse presente para toda la humanidad.

¡Qué hermoso regalo! Él da sentido a nuestra vida. Entiendo que queramos regalar cosas: es un gesto de cariño y de aprecio a las personas que quieres. Por supuesto tiene un sentido. Pero detrás de todo regalo tiene que haber una pedagogía. ¿Por qué hoy nos regalamos cosas? Porque estamos contentos, porque hemos recibido el gran regalo, que es el mismo Jesús.

La fiesta de los que buscan

Por otra parte, los magos de oriente ven salir una estrella. ¿Qué representan los magos, estas personas estudiosas del cosmos y de la filosofía? Son personas que, más allá de encerrarse en los dogmas de la ciencia, han descubierto porque han buscado. Se han puesto en camino y por eso han encontrado.

Esta fiesta no sólo es importante para los cristianos, sino para los agnósticos que están buscando, que quizás no han encontrado la fe, o no han recibido suficiente testimonio, o han creído que con la ciencia basta. Unos magos, sabios, se arrodillan ante un pequeño.

Si queremos descubrir el sentido de la vida, más allá de lo que las ciencias pueden aportar, la gran sabiduría, el gran milagro, la gran ciencia, está en este Niño. ¿Por qué? Porque es la ciencia del amor. Ya no es la cosmología, ni la filosofía. La filosofía y la razón pueden llegar hasta el misterio, pero si no tengo la experiencia de la revelación, con la sola razón no puedo captar la trascendencia de este momento. Por eso debo dar un salto cuántico: la fe. La fe me revela que en ese niño humano, pequeñito, sencillo, que nace de una mujer sencilla en un pueblo humilde, en él está concentrada toda la sabiduría. Muchos científicos de proyección internacional son cristianos. Han sabido separar ciencia y fe. Han distinguido que, más allá de lo que nos puedan explicar sobre la posición del sol, las estrellas y las galaxias, resulta que hay algo más, mejor dicho: alguien más, que es el autor de toda esta belleza y de la inteligencia del hombre.

El sentido de los regalos

Regalos. Qué importante es dedicar tiempo a los demás. Amar es un regalo. Cuando te entregas al otro, porque lo quieres, es un regalo precioso. Qué importante es trascender del concepto material del regalo, para darnos cuenta de que esto expresa algo mucho más bello: expresa un amor incondicional del ser humano.

Es un regalo tener unos voluntarios que se ocupan de nuestros pobres, dándoles de comer cada día. Es un regalo saber que hay personas solidarias que hacen un gesto precioso en estos días, como la Comunidad de San Egidio, que cada año, por las fiestas de Navidad, comen con los pobres en las plazas. Es hermoso reconocer que esto es un regalo: dedicar tiempo, consejo, experiencia, sabiduría. La música es un hermoso regalo. La belleza es un regalo; el arte es un regalo. ¡Estamos respirando regalos cada día! Vemos el sol cada día, o las nubes preciosas, o unos pájaros cantando, o el mar en calma. ¡Todo son regalos! Seamos conscientes de que cada día estamos recibiendo regalos de Dios.

Por tanto, nos toca universalizar esta hermosa fiesta allí donde estemos, porque hoy, queda claro que Dios se ha manifestado a todo el universo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la riqueza de sus comentarios a la gran fiesta de hoy, con sus consejos para incorporar a nuestra vida diaria.